Desde su fundación en 2014, la Fundación Emilia proporcionó asesoría psicológica y jurídica a todas las víctimas de delitos viales, de manera gratuita. Sin embargo, al tratarse de una entidad sin fines de lucro, durante noviembre de 2018, el Área de Atención a Víctimas de Delitos Viales estuvo al borde de desaparecer por falta de ingresos. Tras una rápida gestión comunicacional de Largavista que incluyó la creación cápsulas audiovisuales y gestión de prensa, el caso fue visibilizado por la Subsecretaría de Prevención del Delito, entidad que desde entonces, se encarga de financiar a la Fundación Emilia para que ninguna víctima quede desamparada.
